Esta tarde, alrededor de las 15 horas, ha amarrado en el puerto de Sant Antoni el ferry ‘Chenega’, perteneciente a la compañía local Trasmapi. La embarcación, que para poder atracar ha tenido que recibir la autorización de la autoridad portuaria, tiene 71,75 metros de eslora, 18,6 de manga y 2,65 de calado, pudiendo transportar 400 pasajeros y 65 vehículos, a una velocidad de 37 nudos. Es decir, que supera en casi siete metros la limitación de 65 metros de eslora que actualmente está vigente en el puerto de Sant Antoni y que aprobó el propio Consejo de Administración de Ports de les Illes Balears, la entidad que regenta el puerto, en mayo de 2021.
Según han publicado diversos medios relacionados con el transporte marítimo y la prensa local de Ceuta, el ‘Chenega’ es una embarcación que ha estado vinculada a Ceuta Lines, filial de Trasmapi, que tenía la intención de operar la línea entre Ceuta y Algeciras. Sin embargo, por diversos motivos se ha pospuesto el inicio de operaciones en varias ocasiones y la compañía incluso ha descartado iniciarlas por el momento, al menos hasta que finalice la Operación Paso del Estrecho, a mediados de septiembre.
Mientras tanto y ante el coste de permanecer amarrado en el puerto de Algeciras y con la incertidumbre de lo que ocurrirá con esta línea, si es que finalmente llega a abrirse, la compañía ha decidido trasladar al ‘Chenega’ a Balears, donde todavía tiene que informar acerca del futuro que le dará. Algunos medios especializados han especulado con que se trasladará al norte del archipiélago balear para reforzar la línea Alcúdia-Ciutadella, por el pico de demanda que ocasionan las fiestas de Sant Joan y que actualmente realiza su ferry gemelo ‘Fairweather’. Otra opción apunta a destinarlo a la línea entre Ibiza capital y Mallorca, triangulando incluso con el puerto de la Savina, aunque la compañía, de momento, no ha comunicado oficialmente sus intenciones.
En todo caso, la admisión del ferry en el puerto de Sant Antoni constituye un incumplimiento claro del límite de eslora establecido por la propia entidad gestora del puerto. Además, el puerto de Sant Antoni no es una infraestructura equipada ni destinada a que los ferrys u otras embarcaciones acometan labores de mantenimiento.
Cabe recordar que, hace justo un año, el Govern balear ya denegó a Baleària la posibilidad de abrir una nueva línea de tráfico comercial que enlazara Sant Antoni con Denia y Mallorca por esta norma, dado que la naviera pretendía cubrir el servicio con el buque ‘Cecilia Payne’, que tiene 86 metros de eslora.
A causa de las intenciones de Balearia, Salvem sa Badia inició una campaña de recogida de firmas que culminó con la entrega de más de 7.000 rúbricas a las instituciones en contra del regreso de los ferris a Sant Antoni y la negativa del Govern a cambiar los límites establecidos en el puerto.
En cualquier caso, no es la primera vez que Ports IB incumple sus propias limitaciones, A finales de agosto de 2021, tan sólo dos meses después de reabrir el puerto con el límite de 65 metros de eslora, el ‘Chenega’ y el ‘Fairweather’ ya permanecieron amarrados durante semanas junto a la estación marítima, después de que las dos embarcaciones, adquiridas por la compañía Trasmapi, solicitara tenerlas en el puerto para ponerlas a punto. Acababan de ser transportadas desde Alaska por el carguero ‘RedZed’, que, al llegar a Sant Antoni, inició una llamativa operación en la que sumergió su cubierta para liberar a los dos buques, que luego fueron traslados a resguardo del dique mediante remolcadores.