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Salvem sa Badia sitúa la gestión del agua como eje principal para proteger la biodiversidad marina y multiplica su presencia en foros

By 5 noviembre 2025 No Comments

II Jornadas para la Conservación de la Biodiversidad Marina Balear. Foto: Pedro Barrera

La Asociación Salvem sa Badia de Portmany ha situado la gestión del ciclo del agua como el eje principal para proteger e impulsar una mejor conservación de la biodiversidad en la bahía de Portmany. A la ya anunciada presencia de la entidad en la junta directiva de la Aliança per l’Aigua, se suma un mayor esfuerzo para incrementar la presencia en distintos eventos y foros donde se analiza esta problemática, al tiempo que se buscan soluciones.

En este sentido, hay que destacar la intervención de Salvem Sa Badia en la Mesa de Diálogo del Agua de la Aliança per l’Aigua, que se celebró ayer en la sede de esta plataforma. Se trata de una mesa semestral concebida como un espacio de participación, que se creó a raíz de la sequía de 2016, con el objetivo de debatir los principales retos y prioridades relacionados con el agua, así como fomentar un proceso de escucha activa entre las principales organizaciones y entidades públicas, privadas y sociales de la isla de Eivissa. En el encuentro, Salvem sa Badia reiteró ante las administraciones y colectivos representados la necesidad de dar prioridad a la renovación de la red de saneamiento de la bahía.

Asimismo, el pasado jueves, 30 de octubre, Salvem sa Badia participó en las II Jornadas para la Conservación de la Biodiversidad Marina Balear, que ese día estaban dedicadas a la ‘Calidad del agua. Causas, impactos y soluciones’. A dicho foro asistió la coordinadora de Salvem sa Badia, Léa Leuzinger, junto a otros dos ponentes del tercer sector: ​Ignasi Cifre, de Arrels Marines, y Laura Royo, de MedGardens. Durante su intervención, Léa introdujo el rol que desempeña Salvem sa Badia para mejorar la calidad del agua y explicó cuáles son los tres ejes en que se basa nuestra estrategia: educación y prevención, ciencia y ciencia ciudadana, y denuncias y responsabilización. El evento concluyó con una mesa de trabajo donde se propusieron y exigieron acciones para mejorar la calidad del agua. Las II Jornadas para la Conservación de la Biodiversidad Marina Balear tuvieron lugar en la Fundació Sa Nostra, en Palma, y las impulsa la Fundació Marilles, en colaboración con la Fundació Sa Nostra y la financiación de Caixabank, y consta de un ciclo de tres eventos.

Finalmente, hay que destacar también la participación de la coordinadora de Salvem sa Badia en el Foro Marino de Ibiza y Formentera, organizado por Ibiza Preservation el mes pasado, dentro de la jornada titulada ‘Del diagnóstico a la acción: El futuro de las praderas de posidonia’. Léa Leuzinger participó junto a otros ponentes como Salud Deudero, directora del Centro Oceanográfico de Balears – CSIC; Diego Kersting, investigador IATS-CSIC; Javier Asensio, técnico de Medio Ambiente del Consell Insular de Formentera; Diego Ponce, oceanógrafo y técnico de Medio Ambiente del Ayuntamiento de Sant Antoni de Portmany, y Joel Rodríguez, miembro del departamento técnico de Trasmapi, con César Bordehore, profesor titular de Ecología Marina en la Universidad de Alicante, como moderador.

El propósito de esta mesa fue la redacción de un documento en común para presentar a las autoridades y exigir medidas para mejorar la situación. Entre dichas propuestas figura la importancia de pensar en la problemática de los vertidos de forma global, viendo la conservación de los ecosistemas como una absoluta necesidad para nuestra supervivencia, tanto a nivel alimentario como a nivel económico o de salud. También la necesidad de alejar los vertidos de aguas depuradas o de salmuera de las praderas de posidonia, la renaturalización de los torrentes para favorecer la absorción de las pluviales y sus contaminantes, y el refuerzo de los controles de fondeo y de la gestión de aguas residuales en las embarcaciones.

En su intervención, la coordinadora de Salvem sa Badia recordó que la problemática de los vertidos en la bahía de Portmany refleja una dinámica recurrente en contextos de presión turística: una huida hacia adelante que prioriza sostener el crecimiento sin resolver las deficiencias estructurales existentes. Entre los ejemplos más significativos destacan las reparaciones repetidas de instalaciones críticas y puso como ejemplo el emisario submarino de la depuradora, cuyo periodo de vida útil ya ha caducado. También las averías recurrentes en la red de saneamiento y los vertidos resultantes, el incumplimiento de la ley (como cierres preventivos de playas o ausencia de rejas o mallas en aliviaderos), la falta de control en el sector náutico para limitar los vertidos de embarcaciones o la salinización de las aguas residuales que impide su correcta depuración y reutilización.