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Salvem Sa Badia inicia una campaña para evitar el colapso de la red de saneamiento por toallitas y otros residuos no biodegradables

By 17 noviembre 2022 No Comments

A raíz del desastre ambiental provocado por el colapso de la red de saneamiento en Caló de s’Oli, Salvem sa Badia ha iniciado una campaña destinada a concienciar a los residentes y turistas para que no arrojen residuos no biodegradables por los inodoros, como toallitas, compresas, tampones, pañales y otros objetos que acaban atascando las tuberías y estaciones de bombeo, generando vertidos de aguas fecales al mar. La campaña consiste en el reparto de pegatinas que se colocarán en los aseos de los negocios de la bahía, así como en residencias, urbanizaciones y en las habitaciones de los hoteles que lo soliciten.

Esta pegatina, que exhibe el lema “¡Basura en el wc no: atasca las tuberías y acaba en el mar!”, recuerda que solo puede arrojarse a la red de saneamiento papel higiénico y muestra ejemplos de los otros materiales que nunca deben terminar en las alcantarillas.

En las últimas semanas, se han realizado varias inmersiones en las que se ha podido fotografiar la presencia de grandes cantidades de residuos procedentes del vertido que se produjo en Caló de s’Oli durante tres semanas. Todo el fondo se halla repleto de toallitas, compresas, tampones, plásticos, etcétera, aunque el mar está repartiendo todos estos desperdicios por la orilla y el resto de la bahía. En su última salida, que tuvo lugar el pasado martes, los buceadores pudieron constatar cómo los residuos se están esparciendo y ocupando un área cada vez mayor.

Hace unos días, los vecinos de Cala de Bou que paseaban por la orilla se encontraron un tramo de 570 metros repleto de toallitas y otros elementos, en las inmediaciones del Faro Verde. Estos desperdicios ya han sido retirados a través de una operación de limpieza realizada por el Ayuntamiento de Sant Josep y la empresa Abaqua, aunque aún está pendiente la adjudicación de los trabajos de limpieza submarina que debe afrontar Abaqua.

Contaminación en el fondo marino de Caló de s’Oli. Foto: Xavier Mas

Los restos sólidos que el mar ha devuelto a la costa constituyen solamente un porcentaje de todo lo que se ha vertido en Caló de s’Oli, donde también se han arrojado al mar plásticos, microplásticos, tejidos, productos químicos de limpieza, antibióticos, medicamentos y aceites, además de toneladas de materia orgánica concentrada. Todos estos componentes se han disuelto en la masa de agua, dispersándose y generando un gran impacto sobre el suelo marino y los ecosistemas costeros.

En las próximas semanas el mar seguirá arrojando estos desperdicios a la costa y, debido a la antigüedad de la infraestructura de saneamiento, es previsible que se sigan produciendo otros vertidos. Por esta razón, desde Salvem sa Badia de Portmany queremos que todos los ciudadanos y residentes conozcan el protocolo de actuación y alerten a las autoridades adecuadas siempre que presencien un vertido o detecten desperdicios. Si se trata de residuos sólidos siempre hay que dar el aviso al ayuntamiento o administración correspondiente a través de la aplicación Línea Verde, incluyendo una foto e indicando el lugar a través de la geolocalización del móvil. Sin embargo, si se trata de un residuo líquido, como un vertido de la red de fecales en la costa, hay que llamar al 112 y dar un aviso por contaminación marina de origen fecal. De esta forma, el 112 notificará lo sucedido a los agentes de medio ambiente y a la polícia local, que registrarán el origen e intentarán resolver la situación lo antes posible.

Desde Salvem Sa Badia consideramos que las administraciones deben dar una mayor prioridad a la mejora de la red de saneamiento, aunque sea una intervención que queda bajo tierra y tal vez no proporciona tantos votos como otras iniciativas. Nuestra red de saneamiento, tanto la parte que corresponde a los ayuntamientos como a la que gestiona Abaqua, se encuentra en un estado deficiente que genera constantes episodios de contaminación en la costa y el mar. Por esta causa, nuestro atractivo turístico y el patrimonio natural se ven increíblemente dañados y se proyecta una imagen de la bahía de suciedad y contaminación, completamente alejada de la visión natural que se requiere para el bienestar social y la industria turística.